Dicen que la resiliencia es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a situaciones adversas o hechos perturbadores; o un mecanismo para recuperar un estado inicial cuando la perturbación a la que se había visto sometido cesa.
En este caso creo que resiliencia es la palabra que define este estadío en mis pedacitos de color.
Soñaba concretar la idea de llevar mi formación plástica en lo pictórico al vidrio, aunando las pinceladas que dejé por motivos que no vienen al caso arrumbados en un rincón y ello es posible de la mano de la grisalla.
Este nuevo paso lo voy a incorporar en mi trabajo en piezas sencillas pero que tendrán un toque “diferente” y otras ideas más complejas y locas que están en proceso y encaminadas, pero como lo bueno…, a fuego lento es mejor.
Para debutar y como no podía ser de otra manera, se trata de un colibrí que se queda conmigo, como homenaje, simbolismo, camino de sanación y aprendizaje.
También lo estás viendo sin el destino que pienso darle, pero luego de 6 horneadas que tuvo y la emoción contenida por algún tiempo, merecía este tropiezo de ansiedad para compartirlo.
No sé si hay más grisalla en mi resiliencia ó más resiliencia en mi grisalla.
Bella semana muchachada, espero les guste.
La última imagen es muy emotiva ya que al regresar con la pieza a casa, lo coloqué sobre la mesa y un arcoiris lo acarició.
